CONSEJO
DIRECTIVO
Deserción escolar: flagelo de la actualidad
03/10/2013 1637Deserción escolar consiste en el hecho de que un estudiante, o un grupo de estudiantes no alcancen el nivel de conocimientos y capacidades exigidas para el logro de determinados objetivos educativos. Estudios realizados sostienen que históricamente es un fenómeno relativamente reciente, aparecido en la mayoría de los países luego de haberse implementado la educación permanente y obligatoria. (*)
Las causas por las que se deja de ir a la escuela pueden ser de índole diversa. Los especialistas en el tema advierten que tradicionalmente los niños, jóvenes y adultos pertenecientes a clases sociales socioeconómicas más desfavorecidas de una sociedad han tenido dificultades con el rendimiento escolar y por lo tanto han registrado índices mayores de fracaso, aunque también de manera progresiva ha ido afectando a otros grupos sociales o culturales.
Un sistema educativo es eficiente cuando logra sus objetivos de enseñanza, en un tiempo adecuado y sin desperdicio de recursos humanos y financieros. Dos graves problemas que afectan a la eficiencia del sistema educativo son la repetición y la deserción. El estudiante que ingresa tiene tres opciones: aprobar, repetir o desertar, en el cual la repetición y la deserción implican una falta de aprovechamiento de los medios económicos y de las personas que afectan los niveles de eficiencia del sistema. Por tanto, los tres fenómenos están estrechamente interrelacionados.
La deserción es el último eslabón en la cadena del fracaso escolar. Antes de desertar el alumno, probablemente repitió, y se le alargó su trayecto escolar, bajó su autoestima y comenzó a perder la esperanza en la educación. En consecuencia, para comprender el punto final de la deserción, se debe analizar más detenidamente el comienzo del problema, la repitencia. Ella es la mayor causa de deserción escolar. Pero no nos engañemos, la deficiencia en los aprendizajes es una de los factores principales de repitencia, la sobreedad y el abandono. Muchos estudiantes llegan a la secundaria sin los aprendizajes básicos imprescindible para desenvolverse en cada año que avanzan; para muchos esta carga se les hace demasiado pesada, acumulando materias previas, o finalmente repitiendo, y a medida que pasa el tiempo se van atrasando en sus estudios, pero su edad no sufre el mismo retraso, además las demandas personales, familiares y sociales desembocan en el dilema de abandonar, con la idea de algún día retomar, o simplemente dejar definitivamente los estudios.
En nuestra querida Escuela Secundaria de UPCN, el abordaje de esta problemática es una preocupación permanente, motivo de análisis en las Jornada Institucionales y de diálogos más personalizados con cada uno de los docentes.
Todos los que componemos la comunidad educativa hacemos un verdadero "culto del cuidado" de los jóvenes y adultos que asisten a ella, manteniendo la particularidad de llevar adelante una relación distinta entre profesor y alumno, al igual que con todos los miembros que integran esta unidad educativa.
Un rol muy importante le compete al Gremio ya que brinda todo su apoyo para que nuestros estudiantes puedan acceder a su formación secundaria dentro de un marco de confort, con la tecnología y el sostenimiento didáctico-pedagógico al alcance de la mano.
Las relaciones interpersonales entre los grupos que integran la escuela es fundamental a la hora establecer vínculos: el compañerismo y el apoyo brindado entre pares es otro de los aspectos que garantiza la permanencia.
La socialización a través de los festejos: cumpleaños compartidos en el aula, fiestas patrias vividas con auténtica alegría, los preparativos para el viaje de estudios y la recepción de tercer año son muestras del espíritu corporativo que se intenta vivir en la escuela y que sin lugar a dudas permite que los alumnos se sientan contenidos y logren un verdadero sentido de pertenencia.
Quiero compartir con los lectores de Enlace Sindical el testimonio de dos estudiantes de la escuela:
Sandra: "Estoy muy conforme de estar en estar en este lugar, de compartir con compañeros de distintas edades. Agradezco a los profesores por la paciencia que nos tienen y a todo el personal de la escuela por la atención recibida."
Nicolás: "Para mí venir a esta escuela fue algo muy positivo. A otros colegios que fui no volvía después de las vacaciones, pero aquí es diferente, mis compañeros son personas muy buenas y solidarias y eso me alienta a seguir viniendo. Además ya tengo 21 años y creo que es momento de terminar el secundario."
Queda muy claro que el mejor lugar por el que puedan optar nuestros niños, jóvenes y adultos que deseen superarse, es la escuela. Disminuir el riesgo de deserción escolar y contribuir a mejorar sus vidas, preparándolos para "afrontar el mundo", serán los desafíos que como educadores nos toca retar, no nos cabe otra responsabilidad que asumir el liderazgo de la transmisión del valor de la educación.
Las causas por las que se deja de ir a la escuela pueden ser de índole diversa. Los especialistas en el tema advierten que tradicionalmente los niños, jóvenes y adultos pertenecientes a clases sociales socioeconómicas más desfavorecidas de una sociedad han tenido dificultades con el rendimiento escolar y por lo tanto han registrado índices mayores de fracaso, aunque también de manera progresiva ha ido afectando a otros grupos sociales o culturales.
Un sistema educativo es eficiente cuando logra sus objetivos de enseñanza, en un tiempo adecuado y sin desperdicio de recursos humanos y financieros. Dos graves problemas que afectan a la eficiencia del sistema educativo son la repetición y la deserción. El estudiante que ingresa tiene tres opciones: aprobar, repetir o desertar, en el cual la repetición y la deserción implican una falta de aprovechamiento de los medios económicos y de las personas que afectan los niveles de eficiencia del sistema. Por tanto, los tres fenómenos están estrechamente interrelacionados.
La deserción es el último eslabón en la cadena del fracaso escolar. Antes de desertar el alumno, probablemente repitió, y se le alargó su trayecto escolar, bajó su autoestima y comenzó a perder la esperanza en la educación. En consecuencia, para comprender el punto final de la deserción, se debe analizar más detenidamente el comienzo del problema, la repitencia. Ella es la mayor causa de deserción escolar. Pero no nos engañemos, la deficiencia en los aprendizajes es una de los factores principales de repitencia, la sobreedad y el abandono. Muchos estudiantes llegan a la secundaria sin los aprendizajes básicos imprescindible para desenvolverse en cada año que avanzan; para muchos esta carga se les hace demasiado pesada, acumulando materias previas, o finalmente repitiendo, y a medida que pasa el tiempo se van atrasando en sus estudios, pero su edad no sufre el mismo retraso, además las demandas personales, familiares y sociales desembocan en el dilema de abandonar, con la idea de algún día retomar, o simplemente dejar definitivamente los estudios.
En nuestra querida Escuela Secundaria de UPCN, el abordaje de esta problemática es una preocupación permanente, motivo de análisis en las Jornada Institucionales y de diálogos más personalizados con cada uno de los docentes.
Todos los que componemos la comunidad educativa hacemos un verdadero "culto del cuidado" de los jóvenes y adultos que asisten a ella, manteniendo la particularidad de llevar adelante una relación distinta entre profesor y alumno, al igual que con todos los miembros que integran esta unidad educativa.
Un rol muy importante le compete al Gremio ya que brinda todo su apoyo para que nuestros estudiantes puedan acceder a su formación secundaria dentro de un marco de confort, con la tecnología y el sostenimiento didáctico-pedagógico al alcance de la mano.
Las relaciones interpersonales entre los grupos que integran la escuela es fundamental a la hora establecer vínculos: el compañerismo y el apoyo brindado entre pares es otro de los aspectos que garantiza la permanencia.
La socialización a través de los festejos: cumpleaños compartidos en el aula, fiestas patrias vividas con auténtica alegría, los preparativos para el viaje de estudios y la recepción de tercer año son muestras del espíritu corporativo que se intenta vivir en la escuela y que sin lugar a dudas permite que los alumnos se sientan contenidos y logren un verdadero sentido de pertenencia.
Quiero compartir con los lectores de Enlace Sindical el testimonio de dos estudiantes de la escuela:
Sandra: "Estoy muy conforme de estar en estar en este lugar, de compartir con compañeros de distintas edades. Agradezco a los profesores por la paciencia que nos tienen y a todo el personal de la escuela por la atención recibida."
Nicolás: "Para mí venir a esta escuela fue algo muy positivo. A otros colegios que fui no volvía después de las vacaciones, pero aquí es diferente, mis compañeros son personas muy buenas y solidarias y eso me alienta a seguir viniendo. Además ya tengo 21 años y creo que es momento de terminar el secundario."
Queda muy claro que el mejor lugar por el que puedan optar nuestros niños, jóvenes y adultos que deseen superarse, es la escuela. Disminuir el riesgo de deserción escolar y contribuir a mejorar sus vidas, preparándolos para "afrontar el mundo", serán los desafíos que como educadores nos toca retar, no nos cabe otra responsabilidad que asumir el liderazgo de la transmisión del valor de la educación.
(*) Por Prof. Laura Rapetti, Rectora de la Escuela Secundaria de Adultos de UPCN D-216. Nota publicada en la Revista Nº 29 Enlace Sindical
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