EN EL BICENTENARIO DEL FALLECIMIENTO DE MANUEL BELGRANO
Manuel Belgrano, figura excepcional de nuestra historia, es el creador de nuestra bandera nacional, el símbolo patrio que representa la tradición en la que estamos insertos, fue el que izó la bandera un 27 de febrero de 1812 en las barrancas de Rosario, a orillas del rio Paraná, junto a las baterías Libertad e Independencia y fue jurada por los soldados como necesidad de identidad del ejército criollo ante los realistas.
Desde su juramento nos recuerda
de dónde venimos y a dónde queremos ir, nos cobija a todos los que habitamos
este suelo.-
El Triunvirato le manda a decir
que la guarde ya que consideraban una gran imprudencia usar banderas que
hicieran sospechar intentos independentistas.-
Belgrano pertenecía a una familia
pudiente; realizó sus estudios superiores en Salamanca y pudo quedarse en
Europa. Regreso a Buenos Aires donde le dieron un cargo vitalicio en el Consulado.-
Allí hubiera podido incrementar su fortuna. Decidió sumarse al movimiento
emancipador de 1810.- Siendo abogado debe dirigir ejércitos primero Paraguay, y luego se hace cargo del Ejercito del Norte.
Era un hombre de pensamiento;
partidario de la educación pública y gratuita en la que incluye a pueblos
originarios y muy especialmente a las mujeres[1]; además de proponer que se
les de las herramientas para trabajar y ganarse el sustento. Quería en la economía
mejorar la situación de los criollos, que no solo se exportaran materias primas
sino agregarle manufacturas, de allí sus propuestas de enseñanza técnica: fundó
la Escuela Nacional de Náutica, Escuela
de Geometría, Arquitectura y Dibujo.-
Luego de las batallas triunfales
de Salta y Tucumán, la Asamblea decide premiarlo con dinero y lo dona para
fundar la Escuela de Tarija, Jujuy y Santiago del Estero.-
Este hombre que lidera el éxodo
Jujeño después de las derrotas del Ejercito del Norte, no le temblará el pulso
de declararlos traidores a la Patria y fusilarlos si fuera necesario a los
ricos y adinerados terratenientes que se resistían a dejar sus posesiones.-
Este es el mismo hombre del que
San Martin decía “es el mejor que tenemos en nuestra América” que con
generosidad le cede el mando del ejército del Norte en Yatasto, por
considerarlo un militar mejor formado.-
Regresa a Buenos Aires muy
enfermo y muere el 20 de Junio de 1820, sin un céntimo, paga los honorarios
médicos con su reloj.-
Sus amigos deben reunir el dinero
para su funeral. Su muerte será registrada por un solo diario.-
Antología del Bicentenario II- Articulo Belgrano y las Mujeres