Una segunda conferencia en 1910, celebrada en Copenhage, reunía
a las mujeres de la Segunda Internacional para declarar oficialmente el 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Reivindicaban la igualdad de derechos, principalmente el derecho a voto. A partir de entonces se ha celebrado año tras año y ha ido adquiriendo notoriedad.