El conflicto comenzó a mediados de octubre, inicialmente originado por el atraso en el pago de sueldos. Si bien UPCN logró que se liquiden esos salarios gracias a las distintas acciones gremiales que llevó adelante, posteriormente el intendente Martín Ruiz despidió a cuatro trabajadores, que son justamente quienes iniciaron las gestiones para que el Sindicato los represente.
“No podemos dejar de interpretar a esta medida como una represalia frente al reclamo”, expresó Domínguez y advirtió que “esta injusta decisión deja en la calle a cuatro familias, con todo lo que eso implica en el actual contexto de ajuste que se vive en el país, que genera desocupación y afecta fundamentalmente a los sectores más vulnerables”.
La situación se agrava debido a la decisión de la Municipalidad de contratar nuevos empleados. “Esto demuestra que el despido de los compañeros no sólo es una injusticia sino que además resulta una provocación”, expuso la Secretaria Adjunta.
El Sindicato exigió al intendente que de marcha atrás con las cesantías, pero el pedido fue rechazado y se ratificó la decisión.
Domínguez criticó asimismo la sistemática negativa de Ruiz de recibir al Sindicato en audiencia formal. “Sólo accedió a una conversación informal que no produjo definiciones”, lamentó.
Ante esta situación, el Sindicato cursó una nota a la Secretaría de Trabajo de la provincia en la que solicita una urgente convocatoria a audiencia de conciliación, a la que deberán asistir representantes de UPCN y el titular del Ejecutivo municipal, con el objetivo de resolver la situación en forma perentoria mediante la reincorporación de los trabajadores municipales.
“Debido a la gravedad de estos hechos, consideramos necesario habilitar un ámbito serio donde se pueda resolver esta situación bajo criterios razonables”, se lee en la nota dirigida al Secretario de Trabajo, Mariano Camoirano, en la que además se cuestiona “el manejo discrecional mostrado por Ruiz y el ataque a la libertad sindical que supone la medida dispuesta”.