A lo largo del año hemos logrado consolidar la paritaria como una herramienta política institucional en la que discutimos prioritariamente salario, pero mucho más que salario.

En 2022, mucho tiempo llevó la pelea en la paritaria para que los salarios no perdieran poder adquisitivo pero además, lo asumimos como el espacio donde plantear la mayoría de las demandas y procurar acuerdos. Y como siempre decimos, lo que se acuerda en paritaria, se cumple, lo que se constituyó en una fortaleza.

Transitamos todo el año en una misma dirección: defender la carrera administrativa e instalar la paritaria, especialmente la estatal, como un espacio político en el Estado provincial donde analizar, debatir y negociar soluciones para los trabajadores.

Con la paritaria abierta, con presencia gremial en las distintas reparticiones, con marchas, asambleas, recorridas, con la gente, con los trabajadores y trabajadoras posicionamos las demandas frente al gobierno provincial, dimos el debate y pudimos avanzar. 

¿Por qué decimos mucho más que salario? Porque la paritaria habilitó hablar de temas que no se trataban en la administración pública como por ejemplo, el ingreso al trabajo estatal. Puede ser que no hayamos alcanzado el modo ideal, pero avanzamos hacia la igualdad de oportunidades. 

Nos propusimos hablar de carrera administrativa, y el pase a planta, la estabilidad, las recategorizaciones, y las correcciones a muchos códigos fueron en esa dirección. El año que viene hay que profundizar este camino que marca la diferenciación en el escalafón.

En un año preelectoral haber logrado afianzar el puesto de trabajo, a través de la planta permanente o de la declaración de estabilidad en cada lugar y sobre todo en los puestos críticos es un logro inmenso, ya que la fuerza política que llegue va a tener que reconocer esos derechos. Eso es muy valioso para los trabajadores. 

La administración pública es profundamente desigual, y en UPCN es una constante tratar de revertir esa característica, lo que a veces pasa por pequeñas cosas como puede ser en lugar de decir ´no docente´ a un trabajador de la educación, lograr que se lo identifique como ´auxiliar´. La función es la misma, pero le da una identidad distinta y reconoce derechos también distintos, por lo que ese cambio que parece mínimo, no lo es tanto. Trabajamos también para la igualdad en este sentido: ¿Cómo puede ser que trabajadores de Salud o del Copnaf que rotan cobren Rotación y las cocineras, roten y no cobren por ese concepto? 

En una escuela, una cocinera de Educación cobra Traslado porque trabaja en una zona rural, pero el compañero que trabajaba en el Centro de Salud vecino a la escuela no percibía ese concepto. Esto se revirtió y aunque esa corrección no llegue a un número importante de personas profundiza esta idea de UPCN de igualar.

En el gremio, la Secretaría de Igualdad de Oportunidades nos atraviesa a todos y nos hace pensar de otra manera con respecto al empleo público.

Peleas que hubo que dar a lo largo del año contribuyeron a una mayor sindicalización. Sectores que no estaban sindicalizados, están viendo al sindicato como la única herramienta para defender derechos. Asumirse trabajador ante todo y sindicalizarse para muchos ha sido un gran avance. 

Perseverancia, compromiso, cercanía con el trabajador y la trabajadora fueron constantes. Los planteos no son de dirigentes, el oído está puesto en las necesidades de los trabajadores a quienes se escucha. Las demandas están basadas en experiencias y necesidades concretas del trabajador.

Creemos que hay mucho por hacer. Hay que trabajar en la modernización de los procesos vinculados a los trabajadores. Un expediente no puede estar dando vueltas tres años, se termina el plazo presupuestario, cae y hay que empezar nuevamente. Hay que organizar mesas de trabajo donde, en un mismo momento, distintas áreas tomen decisiones conjuntas para definir sobre un determinado tema.

El gobierno deberá asignar recursos para capacitación, la evaluación de desempeño o los concursos. Es la única manera de tener continuidad en las políticas y terminar con la práctica cada cuatro años, de un lote de gente que se va y otro que llega al Estado. 

Confiamos en nuestra fortaleza en la negociación colectiva y por eso, en cada ley que involucra a los trabajadores queremos que se incluya el convenio colectivo de trabajo. Quizá habrá que empezar a pensar en un convenio colectivo de trabajo para la administración pública. Los vacíos que existen son lo que permiten que muchos políticos que mal entienden la política dispongan con una discrecionalidad que se tiene que terminar en la Administración Pública.

El manejo discrecional tiene que dejar paso a una administración pública con políticas públicas.

En un momento de balance, en UPCN queremos revalorizar los consensos, rescatar a la negociación colectiva como la herramienta por excelencia para profundizar políticas que le sirvan al trabajador y al Estado. 

Somos el sindicato más representativo y por esa razón, tenemos un compromiso que nos distingue: sabemos que hay que ser responsable en los objetivos que se plantean y en las metodologías que se emplean. Compartimos y llevamos a la práctica el lema de nuestra organización a nivel nacional: “Con la responsabilidad de ser mayoría”.