CUANDO EL ACENTO RECAE SOBRE EL QUE APRENDE

Desde una herramienta tan simple como el ábaco empleado en las matemáticas hasta la más moderna computadora con conexión hacia todo un mundo globalizado mediante internet, las máquinas -en todas sus formas y transformaciones a lo largo de la historia- han sido elementos fundamentales para complementar y ayudar a los docentes en la tarea de educar. 

Las primeras máquinas de enseñanza nacidas allá por 1924 y luego llevadas a otro nivel por Burrhus Skinner en la década del 50´, las calculadoras, los cursos basados en comunicación telefónica y la red de televisión educativa en Estados Unidos en la década del 60´, la radio concebida como un elemento de educación popular en nuestro continente, la llegada de la computación que vino a transformar ámbito académico y luego la llegada del internet que en pocos años revoluciona aún más el ámbito educativo. Todos estos antecedentes no nos dejan dudas de que las máquinas y las nuevas tecnologías ayudan en gran manera y complementan las estrategias educativas de un docente, pero llegado este momento, algunos reflexionan esta cuestión y se plantean ¿La educación virtual reemplaza un docente? Obviamente no, pero ¿Por qué?

¿Cómo aprendemos desde casa? ¿La sola presencia de PC o tablet y la elaboración de un sitio con contenidos son suficientes para permitir el aprendizaje? ¿La lectura de pantallas interactivas genera aprendizaje? A través de un sitio web se propone una batería de contenidos de documentos de lectura y de vínculos a propuestas o actividades para los docentes. La idea que subyace es que los alumnos se van a sentar frente a las pantallas a leer, y mientras leen, ese flujo de información les va a enriquecer el entramado neuronal.

Sabemos que el aprendizaje en la Red no se da de manera automática absorbiendo el contenido de páginas o de sitios por más interactivos y vistosos que sean. Nadie puede aprender a través de la Red, si alguien no está al mismo tiempo enseñando, y enseñar en red es un proceso que se inicia con la planificación de un proyecto, pensando actividades a través de las cuales se pueda llegar a los objetivos y con el trabajo de moderación y acompañamiento que los docentes realizan de manera permanente a través de los espacios de diálogo e interacción con los participantes.

El trabajo docente en línea tiene características específicas que no derivan directamente de las habilidades y capacidades que tienen los docentes que se han formado para ejercer en las aulas tradicionales. Enseñar en un entorno en línea tiene características y una praxis profesional que no deriva directamente de la docencia tradicional. Con toda razón, un docente formado no puede sentirse a gusto en un entorno en línea, pero debemos asegurarnos que los docentes de hoy, cuenten con las habilidades necesarias para pensar la acción docente en entornos en línea.

La educación online no sólo sirve para solucionar problemas como el de la emergencia sanitaria actual, sino que puede servir para solucionar un problema mucho más grave y permanente: al habilitar espacios de enseñanza en línea, los docentes pueden descomprimir y reducir tensiones en sus momentos de interacción en el aula para aprovechar esos momentos de contacto con los alumnos para reforzar el vínculo docente-alumno, adulto-adolescente y recrear el vínculo entre los alumnos y la institución educativa.

Equipo de Formación y Capacitación Profesional de UPCN