Con vistas a las paritarias bonaerenses, el secretario Gremial de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Seccional provincia de Buenos Aires, Julio Sarragoicochea, señaló que "más allá del índice salarial que se logre acordar, hay que discutir otros temas fundamentales como los regímenes horarios o los adicionales, que son aspectos importantes porque representan un impacto directo sobre el salario de  los trabajadores".

El gremialista, también, reclamó que se elimine el tope para el pago de asignaciones familiares. "Con la aparición de la asignación universal por hijo, no se puede continuar dejando de lado a aquellos trabajadores que ganan $5.200 de sueldo en bruto, porque ésto significa una medida discriminatoria", dijo.

Sarragoicochea indicó que "es lógico que, a esta altura del año, cada sector trate de condicionar los márgenes de la negociación salarial, pero no hay que transformar tampoco cada declaración como una posición rígida e inflexible".

"Las organizaciones gremiales trataremos, obviamente, de superar cualquier índice de aumento salarial que se pretenda fijar porque es nuestras función, pero también sabemos que hay situaciones condicionantes que deben ser evaluadas para garantizar, después del acuerdo, que el gobierno pueda cumplir con esos compromisos, porque no queremos tampoco volver a los Patacones", explicó.  

"Queremos discutir sobre las inequidades que hoy sufren los compañeros, porque sirve para saber qué sectores están postergados respecto a otros y nos permite, a los gremios, trabajar alternativas si es necesario en esos sectores, como ya lo hicimos con los auxiliares de escuelas", añadió.

El impuesto a las ganancias

De acuerdo con un estudio preliminar elaborado por UPCN, si no se modifican los mínimos no imponibles de ese impuesto nacional, por cada $100 de aumento que reciban los trabajadores, $22 serán cobrados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), en el caso de los sueldos medios. Y, si se tienen en cuenta los ingresos más altos, la quita será de $30 cada $100 de aumento.

Al respecto, Sarragoicochea sostuvo que "una cosa es un aumento con el actual mínimo no imponible y otra es si ese mínimo se modifica".

"Habría que eliminar el pago de ese tributo por parte de los empleados, porque lo que se está haciendo es convertir un impuesto a la actividad lucrativa en un impuesto al trabajo", finalizó.