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No fue en mi vida un día más...

 07/09/2017   923
Por Cristina Melgarejo, dirigente de UPCN, testigo en el
 Tercer Juicio ante el Tribunal Oral Federal que juzga a
 criminales de lesa humanidad.


Todo comenzó el 7 de octubre de 1974, los sucesos de ese día marcaron mi vida. En esos oscuros años de la década del setenta nuestra querida Patria sufría la más cruenta dictadura, secuestros, desaparecidos, persecuciones, todo esto era moneda corriente, lo que padecíamos los militantes peronistas. 

Me encontraba cursando los últimos días de embarazo de mi segunda hija y como todas las noches esperaba el regreso de mi esposo en ese entonces de la escuela técnica, cosa que nunca ocurrió. 

En aquellos tiempos poco sabíamos de los desaparecidos y ahí empezó nuestra historia. A mi me tocó recorrer hospitales, comisarías, aunque todo esto fue interrumpido por el nacimiento de mi hija el día 9 de octubre. 

Conocí en carne propia el "por algo será", viví el miedo de salir a la calle y encontrarme con los Ford Falcon vigilándome. Fueron 60 días de búsquedas, de llantos, de esperanza, de preguntar y no obtener respuestas. Al cabo de ese tiempo, una noche aparece mi esposo y allí comienza una nueva historia. 

Tratar de guardar en nuestra memoria cada detalle del lugar, de los nombres, de todo lo que pudo escuchar y lo poco que pudo ver ya que él permaneció con vendas todos los días. Con el correr de los años y con la democracia, pudimos ubicar el lugar de cautiverio: el "Centro Clandestino de Detención Olimpo". El empedrado de la calle Ramón Falcón, la forma de las ventanas que aunque refaccionadas seguían teniendo la forma oval, el bullicio de los chicos de la escuela, todo fue útil para identificar sin lugar a duda el sitio. 

Mi esposo pudo ver pasar por allí a mujeres embarazadas, a personas con discapacidades motoras que utilizaban sillas de ruedas, y hasta en algunos momentos aparecían las sillas vacías amontonadas en un rincón, lo que significaba que algo aterrador les sucedía a aquellos que eran "trasladados". Recordar el apodo, la letra y número que le impusieron para identificarlo. Todo fue valioso en el mandato de testificar el día del "Tercer Juicio". 

El 24 de mayo de 2017, declaré como testigo en el Tercer Juicio ante el Tribunal Oral Federal que juzga a criminales de lesa humanidad, cometidos contra 352 víctimas entre 1976 y 1979, en el circuito que conforma los actos clandestinos "Atlítico, Banfield y Olimpo (ABO)". 

Hoy fue cerrar etapas, es un eslabón más en mi vida, pronto se dictarán sentencias pero esto no termina allí, seguimos pidiendo por todos los desaparecidos, por lo niños nacidos en cautiverio, por todos los que no volvieron. En fin, por más MEMORIA, VERDAD, JUSTICIA Y CÁRCEL PARA TODOS LOS GENOCIDAS. Fuente: Enlace Sindical

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