Acción Gremial

Una mujer apasionada, una mujer de UPCN

 31/08/2016   918
Perfil
Lucrecia Silva es enfermera por vocación y convicción. Con su voz suave, sus pausas típicas de gente sabia y serena, y su tímida simpatía, nos relata su vida, su amor por el Gremio y su vocación de enfermera  que la lleva hoy a seguir estudiando.

¿Cuánto hace que estás en la Administración Pública, y más precisamente en Salud?
Ingresé al Hospital Nuestra Señora del Luján, en Ramírez, hace 38 años y 8 meses, tenía 27 años. Entré como enfermera empírica, luego en el año 1994 hice el curso de Auxiliar de Enfermería en ATSA.

¿Qué es ser Enfermera Empírica?
En aquella época -año 1975- te autorizaban a trabajar por prácticas, sin la carrera; la mayoría de las enfermeras ingresaban así. En mi caso, después de insistir varias veces y dado mi vocación me dieron la oportunidad.

¿Por qué se realizaba de esa manera?
Porque no había dónde estudiar la carrera de Auxiliar en Enfermería, tenías que irte a otro lugar y en mi caso ya con una familia y los chicos... la mayoría pedíamos realizar prácticas en el Hospital. Después tuvimos  la suerte con otras compañeras de hacer suplencias y ya ingresamos como suplentes. 
Luego, la posibilidad de una vacante nos llevó poco tiempo ya que antes la gente se jubilaba y automáticamente ingresabas a la  vacante. Tiempo después me nombraron.
Era la época en que te prestaban las chaquetas y equipos, que eran muy sencillos e incluso se usaban las alpargatas blancas -risas-.

¿Trabajabas sólo ahí?
No, paralelamente lo hacía en el Sanatorio Evangélico, pero era un puesto provisorio.
En ese momento sucedió algo muy lindo: me salieron los dos nombramientos pero yo opté por mi Hospital, el amor mío, entonces seguí trabajando en los dos lugares por 10 años.
A los 5 años de estar nombrada se jubiló la jefa de enfermería y en ese tiempo iba Salud Pública a tomar exámenes; gracias a Dios lo aprobé y me nombraron Jefa de Enfermería, aunque todavía sin el título de enfermera.
En el año 2000 se da por primera vez la jubilación anticipada, yo con 25 años de servicio podía realizar el trámite pero hice una cardio-hipertensión, estuve con 2 años de parte médico, entonces no me jubilan y sigo activa.
Cuando me reincorporé en el 2002, realicé tareas pasivas y paralelamente trabajaba gremialmente. Al poco tiempo de volver y con tareas pasivas, no me sentía bien, entonces el gremio me da la oportunidad de la licencia gremial y así empecé a dedicarle todo el tiempo a UPCN.

¿En qué momento hacés la Carrera y dónde?
Todo comenzó hace muy poco, es una gran oportunidad y un proyecto muy interesante, sobre todo para la gente grande porque yo pensando que me retiraba antes no hice el bachiller con el argumento de: "hago el bachiller, me jubilo y no hago la carrera de enfermería". Pero mirá: me inscribí y formamos un equipo.
La hacemos en Ramírez, cada 15 días la parte presencial y después rendimos en distintos lugares. Recién rendimos tres parciales, uno en Diamante y los otros dos en la Cruz Roja en Paraná.
Comenzamos en octubre del 2015, nos estaríamos recibiendo en octubre del 2017 con el título de Enfermera Profesional. En mi familia, sobre todo mis nietos me hacen poner muy bien porque me dicen ?¡qué lindo abuela, que te pusiste a estudiar!?. No hay una edad para estudiar, imaginate que  me saludan para el día del estudiante -risas-.  Gracias a Dios tengo todo el apoyo de mi familia.
Ellos están orgullosos y yo de ellos y de mi trabajo, porque gracias a mi trabajo pude hacerlos estudiar a todos ellos, y el apoyo de mis compañeros, del Gremio brindándome información, asesorándome... sobre todo en tiempos difíciles, que en todos los servicios pasa, todo eso a uno lo enriquece. Más allá que no esté ejerciendo y que ya pronto me jubile, es una vocación que llevo siempre, impresa en el alma.

¿Cómo fueron tus trabajos y luchas gremiales?
Fueron siempre trayendo información sobre las necesidades que había en distintos lugares, atendiendo cada espacio, ser puntual cuando se dice hay una movilización, una reunión?, en los reclamos, hasta en  Buenos Aires, hasta donde tenga que ir siempre siempre predispuesta a la lucha, a acompañar el reclamo.

¿Siempre sentiste una devolución de parte del Gremio?
Sí, siempre, hasta en los momentos difíciles, de Salud. Al haber estado trabajando no podía estar junto a ellos, todo eso es imborrable, es gratitud, es reconocimiento y agradecimiento al gremio, a los compañeros. 

¿Cuánto te falta para jubilarte?
¡No me falta, me sobra! -risas-, no he hecho nada al respecto, si Dios quiere cuando termine la Tecnicatura...

¿Un día tuyo?
Es como si estuviera trabajando, no estrictamente en el horario pero arranco a las 7 hs, organizo el día y aproximadamente a las 9 hs salgo, y en el caso del Hospital trato de esperar el turno de las 14 hs por si ellos necesitan algo. A la tarde los papeles, organizo para el otro día y ya me quedo en casa por si alguien necesita algo, saben que me encuentran   ahí: la "sede gremial" es mi casa.

Ese es tu presente, ¿cómo ves tu futuro cercano?
Es no quedarme quieta, mientras Dios me lo permita, poder andar, continuar... Terminar la Tecnicatura y tramitar la jubilación, a lo mejor hay un centro de jubilados en UPCN y lo puedo integrar -risas-, disfrutar mis tres hijos y mis siete nietos y la vida en general junto a mi compañero que me apoya en todo.

Si tuvieras que hacer un repaso rápido de tu vida, ¿cuáles serían esas lucecitas que te han acompañado?
Mis hijos, el ser madre, el tener que lucharla, con el chiquito ser de mamá y papá desde los 5 años y que todos sean lo que son hoy, estudiosos, trabajadores y buenas gentes. 

Este desafío de la Tecnicatura, la edad... ¿lo hizo difícil o el hecho de haberte desempeñado en la profesión por años hace que esto te resulte más fácil?

Es un cambio muy grande, un desafío porque tengo la práctica pero falta la teoría y veo que al no tener el secundario, base de toda carrera, te cuesta resumir, pero si te gusta... En mi caso, la primaria tuve que abandonarla porque mi mamá me necesitaba y pude terminarlo ya de grande en un nocturno y quizás por lo mismo, es que hoy tengo tantas ganas de estudiar, entonces lo  aprovecho y doy lo que puedo porque la vocación de enfermería es algo especial.

¿Cuándo te afiliaste a UPCN?
Al gremio me afilia José -Allende- cuando era Secretario del Interior en el año 82 aproximadamente: pasó por el Hospital, nos visitó, me afilió, y así yo también empecé a afiliar a más compañeros. Yo trabajaba con  Teresa -Figueroa- en el Sanatorio, ella era del Centro de Salud de Hernández y ¡así la afilié también a ella! -risas- y desde esa época siempre con el Hospital y el Gremio.

¿Y como Delegada Zonal?
Unos 16 años más o menos, yo no tengo delegación, soy una delegación ambulante, ya llevo 32 años en UPCN y tengo las Instituciones Públicas de Ramírez y si alguien de la zona me consulta, saben que cuentan conmigo. El Gremio para mí, es algo grande, importante, desde los compañeros, los que están, los que se fueron? son como mi familia.

Así, con la misma sencillez del comienzo, con una sonrisa imborrable en el rostro, emprende el retorno a su Ramírez natal y tan querida, dejándonos una imagen de mujer trabajadora, luchadora, estudiante y  amante de sus tareas y de la vida misma. Una mujer apasionada, una mujer de UPCN.

Nota publicada en la Revista Nº 44 Enlace Sindical-.


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